Crítica de serie: "The Witcher"

El siguiente artículo tiene spoilers, avisado quedáis lo que no hayáis visto la serie.

Tras un tiempo prudencia, ha llegado el momento de críticas más exhaustivas de algunos productos que han tenido su seguimiento en el blog. Empiezo con la serie de Netflix basada "muy libremente" en las novelas de de Andrzej Sapkowski.

Todo lo que dije en su momento aquí, tanto lo bueno como lo malo se ha cumplido en esta primera temporada.

La serie comienza con un primer episodio bastante prometedor, bastante fidedigno a la novela y con la mejor escena de acción de la serie; cuando una serie empieza así de fuerte es muy buena señal o muy mala. La alegría dura poco, un segundo episodio nefasto, un tercer episodio con muchas licencias y que no son precisamente para mejorar la historia... Resumiendo, de los ocho episodios solo hay 2 que se libran de la quema, el primero y el cuarto.

Lo mejor de la serie, como ya dije, Henry Cavill como el brujo. Lo hace muy bien incluida la voz (buen trabajo también del actor de doblaje), la expresión corporal, la interpretación, hasta el detalle de los gruñidos. Solo le pongo dos pegas:

• Cavill sigue muy petado, hasta el punto de que en ciertas secuencias cuando habla con otros da la impresión de que todo el mundo es enano y escuchimizado. Esto es especialmente curioso en el episodio de la Estrige, en que se combina que Cavill es más corpulento y el bicho no le han respetado el diseño, da más miedo él.

• Las lentillas de los ojos son muy cutres, en algunas secuencias (especialmente las oscuras) no quedan mal, pero en otras quedan artificiosas y baratas; cosa que curiosamente no pasa con Yennefer siendo un color más irreal.

Anya Chalotra como Yennefer está mejor de lo que pensaba, buenos detalles la pequeña cicatriz en el labio, la nariz algo grande, las cejas alargadas... todos detalles del libro. Falla la palidez, Yennefer es muy pálida, además Anya tiene el rostro muy juvenil y no se me hace creíble la interpretación cuando Yennefer es cruel o mezquina. En cuanto a toda la historia que le han montado, en su mayoría inventada, pues me parece una basura. Y es que en las partes inventadas o alteradas en donde más flojea la serie, para su segunda temporada necesitan mejores guionistas, porque todo lo cambiado es a peor y el material nuevo es pésimo. Mención especial al esteticista mágico que me recuerda al típico peluquero de una peluquería de señoras, y que hace la "cirugía estética" a los magos (en las novelas los arreglos se lo hacen ellos mismos con conjuros, pociones y de forma paulatina).

Una aclaración, los magos no pueden tener descendencia por la magia. No porque sacrifiquen sus gónadas para ser hermosos, "para triunfar en tu oficio y ser hermoso no tengáis hijos" bonito mensaje Netflix.

Freya Allan como Ciri, el único problema es la edad, demasiado mayor, van a tener que acelerar el ritmo para que todo cuadre.

Del resto del cast destacan para bien: la Leona de Cintria, el marido de la misma, el erizo, Pavetta y especialmente Emma Apleton como Renfri. Los demás entre malo y horrible, pero voy a destacar solo 5 casos, lo peor de lo peor:

• Joey Batey como Jaskier: horrible elección, por el actor y por la pobre caracterización, si no me dicen que es Jaskier ni me entero. Pero el remate es que en castellano han doblado las canciones que canta, sin ninguna o poca adaptación (rima nula) para tortura del actor de doblaje que le ha tocado el berenjenal y para nuestros oídos, horrible. Mejor hubiese sido dejar las canciones en inglés.

• Mimi Ndiweni como Fringilla: se que mucho estaréis pensando "Que cabrón racista" pues no, mi queja no va en esa dirección, sino en que su interpretación es muy mala, pero mala en plan de lo peor que he visto este año. Inexpresiva, más rígida que una estatua, no trasmite nada. Teniendo en cuenta que Eamo Farren como Cahir también tiene un desastre de interpretación (aunque no al nivel mencionado), creo que no es solo culpa de los actores sino de las pésimas escenas y diálogos que les han escrito. Las novelas, especialmente las primeras, siempre son desde la perspectiva del brujo, así que secuencias en las que él no participe no existen y los guionistas tienen que hacerlas desde cero y, como ya he dicho, todo el material inventado o alterado ha resultado ser una basura.

• Wilson Radjou-Pujalte como Dara: mala interpretación, no se le ve metido en el papel, aunque la horrible caracterización no le habrá ayudado. Otro sutil mensaje de Netflix: tenemos a un elfo ayudando a a una princesa de blanca piel, cuya abuela también de blanca piel se dedicaba a perseguir a los elfos matarlos con crueldad y destruir sus ciudades y ponemos a un actor de color en el papel (Netflix de ser tan inclusiva consigue ser racista).

• Anna Shaffer como Triss: A parte de parecerme una mala elección para dicho personaje, Triss debería ser más joven que su amiga Yennefer pues Triss es alérgica a la magia por lo que su belleza y edad es natural, según las novelas en la que se basa la serie, hecho que no ha parado de recordarnos Netflix. Incluir el personaje en la historia de la Estrige, años antes del presente, denota un trabajo de documentación nulo en la serie. 

• Los magos y magas en general: aunque tienen defectos fáciles de percibir para los ojos del brujo, para el mortal común se supone que los magos/as son hermosos a rabiar, parece ser que en el mundo no hay suficientes modelos que hayan dado interpretación para que hicieran de magos/as.

Decorados pobres y cantosos fondos pintados, además pecan de vacíos en muchas ocasiones. Vestuario poco trabajado y con calidad de cosplay, maquillaje en la misma linea. Efectos especiales cutres (malos hasta generar dolor), especial mención al dragón dorado. Resumiendo, escaso presupuesto tirando a nulo. 

ahrrrg.... ¡Mis ojos!, las gafas no me hacen nada.

Una pena lo de esta serie porque es un material que con una inversión mayor y mejores guionistas, directores y showrunner implicados hubiera sido un gran éxito. Me da risa las comparaciones con Juego de Tronos; independientemente de cómo fuesen las últimas temporadas de la serie de la HBO, no existe a día de hoy una serie con la calidad, magnitud y manufactura que tiene Juego de Tronos. The Witcher no le llega ni a la suela de los zapatos y decir lo contrario es engañarse o no querer ver la realidad.

El tercer fallo catastrófico de la serie, son los saltos temporales y la falta de información sobre el lore del mundo que recrean: 

• La serie está contada de tal manera que presuponen que el espectador ya ha leído los libros o jugado al menos a los videojuegos. No explican nada, ni las señales, ni la plata, ni muchísima información que creo mínimamente necesaria; conforme avanza la serie es el espectador el que tiene que ir sacando conclusiones, soy el primero al que no le gusta que un producto lo explique todo y  deducir cosas por mi mismo, pero en esta serie han sido demasiado parcos para los espectadores noveles. 

• Para poder centrar el protagonismo en los tres personajes de Geralt, Ciri y Yennefer; la historia salta continuamente entre el pasado y el presente, para los que nos hemos leído los libros no hay problema, pero para el resto de espectadores (la inmensa mayoría) puede ser realmente difícil seguir la historia. Esto es agravado por dos factores: el primero la escasez de explicaciones que ya he comentado y el segundo el hecho de que los magos y brujos no envejecen (prácticamente), factor que sería la principal pista para saber cuándo ha habido un salto temporal en la trama.

Para finalizar, algo que me plantee mientras veía el último episodio. La batalla de dicho episodio es inventada, en el libro se menciona varias veces, pero apenas son unas líneas. Lo que si tiene en común es que es una fortaleza en una colina y que muchos magos sacrificaron su vida para detener el avance del ejército de la Llama Blanca. Tal como la muestra la serie, hay un ejército de penes negros con estrías (que es lo que parecen las armaduras de Nilfgaard en la serie) intentando conquistar una fortaleza protegida por un grupo de poderosas hechiceras que intentan evitarlo incluso sacrificando sus vidas... los realizadores querían trasmitir algún tipo de mensaje y creo que no han sabido enviar el mensaje adecuado.